Érase una vez, un rey llamado Albert y una Reina llamada Emily que se disponían a elaborar cerveza artesanal en su gran palacio del reino de Terrassa. Tal era su afán por lograr una cerveza de calidad, que se diferenciara de lo cotidiano, que recorrían horas y horas los pasillos y los torreones del palacio pensando una receta.
Y fue en marzo del año 2014 después de cristo cuando la encontraron. ¡Por fin tenían esas tres cervezas de calidad! Una Bitter, una Weizenbock y una Porter preparadas para abastecer al pueblo y paliar su sequía y para proporcionar la energía necesaria al ejército en caso de ataques de otros ejércitos industriales.
Después de este gran logro, la cerveza no solo se uso en el Reino de Terrasa, sino también se comenzó a comercializar con otros pueblos y se convirtió en una gran cerveza. Y los reyes Albert y Emily fueron felices y comieron perdices.
Y dejando al margen este cuento como metáfora… Cervesa Palau empieza su andadura con mucha ilusión en la elaboración de cerveza artesana a principios de 2014. Provenientes del mundo de la cerveza casera, están ubicados en Terrassa y tienen una capacidad de 250 litros por día. Su proceso de elaboración es artesano y sin automatización, sólo con la mecanización básica imprescindible. Sus cervezas están elaboradas con ingredientes cien por cien naturales, sin aditivos y sin pasteurizar, por tanto, son cervezas que están vivas y evolucionan con el tiempo.
Hoy en BIRRApertorio del Xino queda clasificadas sus tres variedades de espumosas para todo aquel que quiera consultarlas y conocerlas. Yo ya las he conocido y tiene una calidad tan grande como un palacio. ¿Tú ya las conoces?
Visita la página web de Cervesa Palau.
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