Desde la edad media existen las gárgolas como desagüe y como elementos decorativos de las catedrales con un gran contenido mitológico detrás ellas. Simbolizaban la huida de los demonios de las catedrales y son los espantapájaros de los espíritus malignos. Pero en miles de libros y películas hemos visto como estas terroríficas criaturas de piedra cobraban vida atacando por doquier y cubriendo de desastres y terror todo aquello que sobrevuelan alrededor de las catedrales.
Pero esta gárgola que hoy presento no es una de piedra y de forma monstruosa y terrorífica. Es una gárgola convertida en cerveza y dispuesta a atacar tu sed con una gran calidad y un gran amargor para dejarte satisfecho. Una gárgola derruida en tu paladar con intensos sabores, apoderándose de todos tus sentidos y haciéndote disfrutar de un maligno y tenebroso momento.
Y detrás de esta gárgola de cerveza que cobra vida al detectar un maligno espíritu de sed se esconde Jurassik (José María), uno de los demonios cerveceros, de los infiernos de Sant Vicenç de Torelló, que lleva elaborando gárgolas de cerveza ya cuatro años de forma casera y que no fue hasta el 2013 cuando decidió llevar a sus espumosas criaturas al mercado para cubrir de lúpulo, cebada, trigo… a los aterrados ciudadanos que osen acercase a las ferias de cerveza artesanal.
Perdonadme pero no se me permite hablar más sobre gárgola. Una palabra mal dicha podría hacerles despertar de su empedrado letargo y atacar mi sed de forma muy macabra y placentera. Prefiero no decir más y que seáis vosotros quienes descubráis y despertéis a estas gárgolas de cerveza para vuestro terrorífico disfrute. Solo mencionaré tres de sus nombres: Sang d’Orc, Escorxacolls y Pixanúvies.
Id con Jurassik, hermanos.
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BIRRApertorio del Xino 